viernes, 26 de noviembre de 2010

Debes Saber Que...

Hay estudios comprobados de que el niño no nacido es un ser consciente, que siente y recuerda, y, puesto que existe, lo que le ocurre —(a todos nosotros)— en los nueve meses que van de la concepción al nacimiento es que se moldea y forma la personalidad, los impulsos y las ambiciones de manera significativa.
Irritado

Sobre todo las madres son:
-        Las que aportan nuestros nuevos conocimientos sobre el gestante y el papel que desempeña formando y guiando la personalidad de su hijo no nacido, teniendo por herramientas sus pensamientos y sentimientos, con ellos tiene la posibilidad de crear un ser humano.

Nota: No afirmo que todo lo que le ocurre a ella en esos meses críticos modela de manera irrevocable el futuro de su bebé.
 
Tranquilo
-        Hay muchos factores en juego en la formación de una nueva vida. Los pensamientos y sentimientos maternos sólo son un elemento de esa combinación; pero lo que los singulariza es que, a diferencia de unas características dadas, como la herencia genética, son controlables.

Los pensamientos, una mujer puede convertirlos en una fuerza tan positiva como desee aunque esto no significa que la felicidad futura de un niño depende de la capacidad de su madre para tener pensamientos optimistas las veinticuatro horas del día.
Pasivo
-         Dudas, ambivalencias y ansiedades ocasionales son un aspecto normal del embarazo y, como veremos más adelante, pueden contribuir realmente al desarrollo del niño intrauterino. Lo que significa es que una embarazada o una futura madre disponen ahora de otro modo de influir activamente y para bien en el desarrollo emocional de su bebé.

Estresado
Los elementos importantes durante esta etapa son la seguridad y el nutrimento emocionales para la mujer y su hijo no nacido.

Cabe decir que:
-        Estudios nuevos demuestran que lo más extraordinario es que es consciente, aunque su conciencia no sea tan profunda o compleja como la de un adulto.
-        Es incapaz de comprender los matices de significado que el adulto puede adjudicar a una simple palabra o a un gesto sin embargo aun así, el niño intrauterino es sensible a matices emocionales excepcionalmente sutiles.
Bebe riendo.
-        Puede sentir y reaccionar no sólo ante emociones amplias e indiferenciadas, como el amor y el odio, sino también ante complejos estados afectivos más matizados, como la ambivalencia y la ambigüedad, aunque aún se desconoce en qué momento exacto sus células cerebrales adquiere esta capacidad.

El hecho de que más embarazadas empezaran a comunicarse con sus hijos representaría un comienzo extraordinario.
Bostezando
-        Imagínese cómo se sentiría uno a solas en una habitación durante seis, siete u ocho meses sin el menor estímulo emocional o intelectual. Esa es, más o menos, la consecuencia de ignorar a un niño intrauterino. Lógicamente, sus necesidades emocionales e intelectuales son mucho más primitivas que las nuestras. Pero lo importante es que existen. Necesita sentirse amado y deseado tan apremiantemente como nosotros.